viernes, 23 de enero de 2015

Profesor de piragüismo

Siempre que termino una asignatura le pido a mis alumnos que me hagan una crítica de mis clases. Creo que la única manera de mejorar es medir y escuchar cómo te ven los demás. Después de leer la crítica de Elena Mora Navas me he dado cuenta de que, para algunos de mis alumnos, soy su "profesor de piragüismo".

A continuación, reproduzco el texto de Elena.


Crónicas de periodismo especializado en piragüismo
 
No fuimos el primer día de clase. Un compañero que había tenido clase con Arturo Gómez Quijano el año anterior nos contó que hacía que te presentaras delante de toda la clase. Nos daba vergüenza. Sí, somos periodistas vergonzosos. Preferimos ir el segundo día para evitarlo. No lo conseguimos y, lo mejor, es que nos arrepentimos de no haber ido a la clase anterior: fue la mejor presentación que hemos tenido nunca, al menos en estos cuatro años de carrera previos. El profesor abrió una puerta y nos invitó a entrar.

Aulario Facultad CC. Información. Foto: @ArturoGomezQuij
Y entramos, vaya que sí. Una práctica semanal y un invitado especial cada jueves. Los miércoles nos hacían pensar y los juernes –para algunos- invitaban a soñar. Eran clases de piragüismo. Empezábamos hablando de la actualidad y acabábamos hablando de la historia oculta del Toro de Osborne. Comentábamos cosas muy chulis y nos empapábamos de la actitud periodística de profesionales del sector. El periodismo cultural, científico, fotográfico y hasta gastronómico han sido los protagonistas durante este cuatrimestre. Lo que pasa fuera de la facultad, también.

Si algo que aprendido de piragüismo, han sido dos cosas: 1) ganas de pensar y 2) ganas de actuar. Miércoles y jueves, respectivamente. Una de las cosas que más me han gustado: los invitados eran compañeros, ninguno estaba por encima del otro (aunque algunos fueran recibidos en un espacio distinto); así, el recién licenciado emprendedor tenía la misma importancia que el antiguo subdirector de ElMundo.es. Y todos tenían algo que enseñar.

Si algo he aprendido de piragüismo es que el periodismo está en la calle, no en un ordenador; que las cosas se pueden contar y rentabilizar de forma diferente; que la realidad no es como nos la cuentan y que los periodistas somos una bala perdida, en el mejor de sus sentidos.

Si algo he aprendido de piragüismo es que en la carrera –periodística- puedes aprender o aprobar; puedes hacer las cosas bien o mediocres; puedes ser alguien o no; puedes hacerte un hueco o relegarte; puedes vivir del periodismo o conformarte.

Si algo he aprendido de las clases de Periodismo Especializado en Ciencia y Cultura, piragüismo o como se llame, es periodismo de verdad. Y, lo más importante: consigue dar a sus alumnos la fuerza que otras materias y profesores les quitan. Ojalá, el día de mañana, pueda ser una de esas invitadas que Arturo Gómez Quijano lleva a clase para contar su experiencia laboral y vital que es la periodística.

lunes, 29 de septiembre de 2014

 Por su interés, publico aquí la reseña de mi conferencia en Dircom Castilla y León, el 25 de septiembre de 2014. Las gracias de antemano a Dircom, a Luisa Alcalde, Ana Arnedo y a la Cámara de Comercio de Valladolid.

28 / 09 / 2014

“La comunicación no es lo que yo digo, es lo que el otro entiende”

Arturo Gómez Quijano, profesor asociado de la UCM, durante su intervención en el seminario organizado por Dircom Castilla y León

“La comunicación no es lo que yo digo es lo que el otro entiende”, ha firmado Arturo Gómez Quijano, profesor asociado de la Universidad Complutense de Madrid, en el taller 'Comunicación para Ejecutivos. Las tres distancias de la Comunicación en las organizaciones', organizado por Dircom Castilla y León.

“El otro es sus percepciones y expectativas y, en comunicación, a veces se fracasa porque lo importante en el mensaje no es el dato sino lo que hago y lo que percibe el público de mis acciones”, ha manifestado.
Gómez Quijano ha destacado así la importancia de la comunicación no verbal (lo que hago) que representa una influencia de un 55% frente a tan solo un 7% de la verbal (lo que digo y escribo) y un 38% de la paraverbal (el tono en que lo digo), según se recoge en Non verbal Comunication del autor Albert Mehrabian.
Para el conferenciante, la comunicación tiene otras barreras como son las físicas (percepción sensorial), intelectuales (códigos orales) y sicológicas (aceptación o rechazo). “Las intelectuales son difíciles de superar, podemos hablar el mismo idioma y no entendernos –ha añadido- y, en cuanto a las sicológicas, pueden producir un rechazo total al comunicador y a lo que representa”.
En el taller, Gómez Quijano ha expuesto las reflexiones recogidas en su libro Comunicación para ejecutivos. Las tres distancias de la Comunicación en las organizaciones y que son las distancias corta, media y larga.
En la distancia corta, ha destacado el escuchar como la habilidad principal de la comunicación junto a la necesidad de sonreír, evitar prejuicios, diferenciar entre personalidad e imagen, ser amable en las formas, contestar siempre y reconocer las equivocaciones, entre otras.



Dentro de esta distancia se sitúan las relaciones. Ha subrayado, como primera misión, encontrar un vínculo entre las personas, “siempre hay algo que las une”. “Al final son las relaciones y el prestigio lo único que te va a quedar tras salir de una compañía”, ha concluido el profesor.
Sobre la distancia media ha recalcado la importancia del protocolo, “si se desprecia no fluirá la comunicación entre las personas”, y técnicas como el hablar en público, respetar el formato en las exposiciones, hacer que la gente participe y utilizar el recurso del humor.
En el mensaje, Gómez Quijano ha aconsejado centrarse en una sola idea al realizar presentaciones, ilustrar los argumentos con ejemplos cercanos al público y ganarse a la gente conversando con ella, “la sociedad se está volviendo horizontal”, ha afirmado.
En cuanto a las consideraciones previas de la distancia larga, ha señalado que en los medios de comunicación lo importante es lo interesante, y ha propuesto al público desechar el análisis de la Prensa en función del contenido y reflexionar, en cambio, sobre el hecho de por qué está ahí una noticia.
Diferenciarse del resto siendo singular, estar atento a la actualidad y utilizar las mil palabras de uso más común (la gente desconfía de lo que no entiende), han sido otros de los consejos del profesor para conseguir triunfar en la comunicación.

Fuente: Publicado en Dircom el 28/09/2014 (http://www.dircom.org/delegaciones/dircom-castilla-y-leon/actualidad/item/6342-arturo-gomez-quijano-la-comunicacion-no-es-lo-que-digo-es-lo-que-el-otro-entiende).

viernes, 7 de febrero de 2014

Cuando la muerte te pilla firmando libros

Los textos son siempre muy duros. "Sentimos tener que informaros del fallecimiento en la tarde de ayer de Enrique Alcat." No tienes tono, no hay contexto. La pantalla del móvil no ayuda mucho. El buzón del correo anticipa la noticia, antes de leer el contenido. "Fallece Enrique Alcat." No hay lugar para la duda, no hay sitio para el matiz. Un dolor inmediato, profundo, sin anestesia.

Me pilla en clase. En el descanso. La maldita instantaneidad. Conteniendo las lágrimas, les cuento a mis alumnos que he perdido a un amigo, a un compañero, a un maestro. "La vida es eso que sucede mientras estás ocupado en otra cosa", decía Lennon. "Si vives cada día pensando que será el último, algún día tendrás razón", se repetía Jobs. Ayer, Enrique tuvo razón.
Enrique Alcat

Debe ser duro morirse en la plenitud de la vida. Debe ser duro saber que te mueres. Imagino a Enrique haciendo sus maletas. Con discreción, con mimo, con elegancia. No sé si uno se muere como vive, pero Enrique lo hizo.

Tuvo tiempo de ver su último libro. Le adelantaron veintiséis ejemplares. Firmó veintiséis ejemplares. "Después te digo, con la agenda en mano, a quiénes hay que mandar estos veintiséis ejemplares firmados". No le dio tiempo de hacerlo. Le llamaron antes. Con las maletas hechas, se fue. Sin alharacas, sin estridencias, sin quejas. Como era. Así se murió Enrique. Con proyectos por delante. Firmando libros.

Dedicatoria de Enrique (12/03/2009)  

jueves, 6 de febrero de 2014

La universidad vacía

Es un día gris de invierno. Está lloviendo y el frío se te mete en el cuerpo. En el aparcamiento abundan los huecos y puedes aparcar cerca de la puerta. Cruzas la cafetería en un instante, como si fueras más ligero. Las palmeras de chocolate reposan dulcemente, mientras esperan otro día, a ver si hay más suerte. No tienes que hacer cola en Reprografía, por lo que te demoras buscando la página que querías fotocopiar. El ascensor espera que alguien le llame. Cuando llega no tienes que hacerte un hueco. Miras el indicador de sobrecarga, que enmudece. Al salir, ves a la bedela al otro lado del pasillo, pues nada, ni nadie te lo impide. Cuando te quieres dar cuenta has terminado tu consulta en Secretaría. Al funcionario de turno le gustaría que siguieras un rato más allí, dándole la conversación que hoy le falta. Llegas a tu despacho por un pasillo oscuro, vacío de compañeros. La cuenta de correo descarga rápidamente los escasos mensajes del servidor. No tienes ninguna clase que preparar porque no tienes clases. El calendario académico te dice que todavía estamos en el parón de febrero y que, los alumnos, aún tardarán días en venir. Te encuentras a uno por la escalera y te entretienes hablando con él, más allá del saludo de rigor. Piensas que un profesor no es un profesor si no tiene alumnos.

El aula vacía. Foto: @ArturoGomezQuij
 Te ilusionas pensando en el nuevo grupo y en ver sus caras del primer día, cuando llenen el aula vacía. El buzón de correo echa humo y el pasillo está alborotado con los que esperan su tutoría. La enorme cola sale de Secretaría, llena de preguntas y dudas. El ascensor se eterniza hasta que llega. Viene pletórico de chicos y zumba por la sobrecarga. Piensas en volver luego, cuando se pase el jaleo de apuntes y trabajos que saturan Reprografía. En la cafetería, el ruido es ensordecedor. Se han acabado los pinchos de tortilla y la máquina se ha quedado, otra vez, sin cambio. Hay alumnos que ya se han puesto en la fila, esperando hambrientos a que abra el autoservicio. Te agobias cruzando la marea de gente y pensando en dónde aparcaste tu coche. Abres la puerta, taponada por los chicos que fuman bajo el alero. Fuera llueve y hace mucho frío. Es un día gris de invierno.




jueves, 30 de enero de 2014

El Mundo es suyo

Cartel de la conferencia de Pedro J. Ramírez en la Complutense
Pedro J. Ramírez acudió el martes 21 de enero de 2014 a la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, dentro del ciclo de conferencias #NewPaper. Una alumna aventajada, Alexandra Dumitrascu, le preguntó si estaba negociando para dejar de ser director de El Mundo. La respuesta llegó por omisión: no lo negó.

 
Video de la conferencia de Pedro J. en #NewPaper (UCM)

Hoy, jueves 30 de enero de 2014, la noticia se ha confirmado en la red: Pedro J. Ramírez deja El Mundo. Termina una etapa que comenzó el lunes 23 de octubre de 1989 con una carta: "El Mundo es suyo". Por su indudable interés hoy, reproducimos a continuación ese texto.



EL MUNDO es suyo
PEDRO J. RAMIREZ
EL MUNDO, 23/10/1989

Los promotores de EL MUNDO que hoy abrimos por primera vez esta cancela de papel no nos limitamos a decirles «pasen y vean» como quien -pensando en hacer taquilla- seduce a un transeúnte con aspecto de inquilino ocasional. Lo que estamos proponiéndoles es que se instalen y tomen posesión de algo que les pertenece. EL MUNDO es un nuevo periódico para una nueva generación de lectores. Haciendo honor a su nombre y a sus fuertes lazos con algunos de los mejores rotativos europeos, EL MUNDO proyectará una visión global, cosmopolita y sofisticada de los nuevos problemas de la Humanidad.


Este periódico no será nunca de nadie, sino de sus lectores. EL MUNDO no servirá jamás otro interés sino el del público, porque el verdadero titular de la libertad de expresión no somos los periodistas -menos aún los «amos» de los periódicos- sino el conjunto de la ciudadanía.


EL MUNDO no tiene «amo», y por eso jamás utilizará la información como elemento de trueque u objeto de compra-venta en el turbio mercado de los favores políticos y económicos. Toda noticia de cuya veracidad y relevancia estemos convencidos será publicada, le incomode a quien le incomode. Toda investigación periodística, alentada por el derecho a saber de los lectores, será culminada, le pese a quien le pese. En este periódico no habrá tabúes, ni cotos vedados, ni zonas de sombra, ni sanctasanctorums. Si alguien pretende hacernos pasar por el aro, como a tantos otros, que abandone desde hoy toda esperanza.


EL MUNDO será en la práctica de sus lectores porque los trescientos accionistas que hemos constituido su capital social lo hemos hecho concurriendo a un proyecto cuyas reglas del juego están nítidamente definidas de cara a garantizar la independencia del periódico.


EL MUNDO será en la práctica de sus lectores porque el bloque promotor del periódico que es titular del primer paquete accionarial y tiene encomendada la gestión del empeño lo integramos un largo número de profesionales, unidos por una idea común: el ejercicio del periodismo es un fin en sí mismo, y no un medio para acceder a ninguna otra plataforma de lucro o vanidad social.


EL MUNDO será en la práctica de sus lectores porque tanto los reglamentos de la Sociedad como el Estatuto de la Redacción que inmediatamente entrará en vigor han sido diseñados para que los derechos y deberes de todos cuantos participamos en el periódico queden puestos al servicio del compromiso que, en calidad de meros intermediarios, adquirimos ante los ciudadanos.


EL MUNDO será en la práctica de sus lectores porque, en concordancia con todo lo anterior, la opinión del público será recabada de manera regular y constante.


Si a finales del siglo pasado los redactores de «El Liberal» proclamaban jubilosamente su independencia al grito de «Nos pertenecemos, somos de nosotros mismos», una moderna concepción del derecho a la información y nuestros propios ideales nos impulsan a decirles humildemente: «Les pertenecemos; somos de todos ustedes».


Es hora de que los medios de comunicación dejen de responder a la prepotencia del poder con su propia prepotencia. EL MUNDO nace en un momento en el que arrecia en todas partes el debate sobre la titularidad del poder de informar, centrado tanto en la perenne tentación expansionista de los más diversos gobiernos como en la no menos preocupante concentración de la propiedad de los medios.


Ambos fenómenos están quedando de relieve en esta España actual, en la que el inmoral culto del dinero ha provocado tantas metamorfosis y en la que un Gobierno todopoderoso ha tenido la habilidad de reservar a su criterio discrecional importantes decisiones que, como las concesiones de radio y televisión o las autorizaciones de inversiones extranjeras, afectan decisivamente al futuro de las empresas periodísticas.


¿Qué libertad de crítica puede tener un medio informativo si durante largos periodos de tiempo sus propietarios se encuentran pendientes de una resolución del Consejo de Ministros? ¿Qué mecanismos de defensa le quedan a la sociedad cuando aquellos individuos a quienes la ruleta del destino o su propio don de la oportunidad han convertido en depositarios del derecho a la información de los demás incurren en la humana flaqueza de supeditar el cumplimiento de su función social a intereses materiales más o menos confesables?


Afortunadamente, la nueva tecnología ha venido a paliar el creciente clima de insatisfacción ciudadana ante la «docilidad inducida» de buena parte de los medios establecidos y en la mayoría de los países occidentales están surgiendo iniciativas como ésta, con el propósito de ampliar el pluralismo y restituir a la sociedad su capacidad de elegir entre opciones esencialmente diferentes.


Quienes tengan por costumbre comprar la información al peso, como si los quioscos fueran tiendas de ultramarinos o los periódicos elixires del repertorio de esos charlatanes de feria que siempre ofrecen «más por menos», no estarán entre nuestros lectores. Tampoco quienes busquen en la prensa sensacionalismo zafio y escándalos baratos. Mucho menos quienes, uncidos a la noria del conformismo, acepten como «normales» todas aquellas injusticias, desigualdades y restricciones de la libertad que en la sociedad española -según la definición brechtiana de las cosas- tan sólo son, por desgracia, «habituales».


EL MUNDO será un órgano radical en la defensa de sus convicciones, pero moderado y sereno en la exposición de sus argumentos. Jamás recurrirá al insulto ni a las descalificaciones personales. Si alguien nos agrede, sólo contestaremos a los hechos con palabras. Procuraremos que la nuestra sea siempre la voz de la razón. Nuestros editoriales tratarán de convencer antes que de conmover.


Seremos intransigentes en cuanto afecte a los derechos humanos, las libertades públicas, la dignidad de los consumidores, el respeto a la opinión de las minorías y la defensa del medio ambiente frente a la estupidez o la avaricia. Intentaremos hacer buena esa visión filantrópica según la cual un periódico debe confortar a los afligidos, pero tampoco vacilaremos cuando nuestra demanda de reformas suponga afligir a quienes de manera más confortable, y a menudo insolidaria, viven.


Creemos que la democracia española precisa de un profundo impulso regeneracionista que restituya a los ciudadanos el ejercicio práctico de la soberanía popular, secuestrada por las camarillas dirigentes de los grandes partidos y por los grupos de presión económica. Para ello abogaremos indesmayablemente por la aplicación de medidas concretas que sirvan para llenar de contenido los derechos de participación política.


El camino será largo y difícil. En diversos momentos de la etapa fundacional de EL MUNDO, sus promotores nos hemos aplicado a nosotros mismos aquel cuento con que el presidente Kennedy, evocando escenas de su infancia, describía la carrera espacial. Explicaba que su mayor diversión consistía en juntarse con un grupo de amigos y empezar a correr campo a través, sin que nada pudiera detenerles: «Cuando encontrábamos una pared demasiado alta, nos quitábamos la gorra y la tirábamos al otro lado, para que no nos quedara más remedio que saltarla».


En el complejo mundo que viene, la búsqueda de la felicidad y la justicia requerirán de grandes dosis de innovación, coraje personal y sentido de la decencia. No hay tiempo para mirar atrás, por hermoso que pueda ser nuestro reencuentro. Al escribir este artículo -el primero que firmo desde que hace siete meses sufriera un desdichado «accidente laboral»-, yo ya he colocado definitivamente mis ilusiones al otro lado de la valla. Usted, lector, que ha cogido este ejemplar tal vez como quien llega de visita y asoma la cabeza, tiene la oportunidad de hacer lo propio.


No se conforme. Únase a nosotros. Tome lo que es suyo.


viernes, 13 de septiembre de 2013

"Las notas de prensa no sirven para nada"

Por su interés para muchos de mis alumnos, reproduzco un artículo de Virtudes Sánchez, elaborado en base a una entrevista que me hizo este verano y la opinión de otros profesionales como Enrique Dans y Carlos Sánchez Olea.

Además incluyo una infografía de Hotwire sobre este mismo tema.

El artículo se ha publicado en La Practicopedia de La Información.com el 13/09/2013.

 Cómo escribir una nota de prensa

Si no hay una noticia importante que compartir, la nota acabará en la carpeta de 'spam' del periodista
13/09/2013 por: Virtudes Sánchez

Abusar de las notas de prensa puede provocar un efecto contrario al que deseas. Si quieres llamar la atención de los medios de comunicación, recurre a esta herramienta solo cuando tengas algo importante de lo que informar. En ese caso, presta atención a la redacción. Adapta tu mensaje al medio y no te olvides de mantener una relación personal con los periodistas. En este practicograma te damos algunas claves que deberías tener en cuenta.

  1. La mayoría de las notas de prensa ni se publican ni se atienden.
    "Una nota de prensa no sirve para nada. Un periodista recibe en España una media de 150 notas de prensa diarias. El 80% están mal escritas", afirma Arturo Gómez Quijano, profesor en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y de IE Business School. Quijano, socio fundador de zonawebste!, asegura que "la mayoría de las notas que se envían ni se tienen en cuenta ni se llegan a publicar donde interesa a quien las envía".
    Igual de escéptico con este sistema se muestra el profesor Enrique Dans, quien en su artículo titulado 'Y en lugar de las notas de prensa... ¿qué?' explica la necesidad de conocer los intereses de los periodistas antes de enviar un correo electrónico: "Todos somos frikis de algo, solo tienes que encontrar a los que lo son de las cosas que tú cuentas, e intentar hablar con ellos. Educadamente, no asaltando su buzón".
    Si crees que enviar una nota de prensa significa que tu escrito aparecerá reflejado en los medios de comunicación al día siguiente, te equivocas. Antes de ponerte a redactar, plantéate si esta es la mejor forma de alcanzar tus objetivos.
  2. El asunto debe llamar la atención del periodista.
    Uno de los errores más comunes a la hora de escribir una nota de prensa es llamarla precisamente así. Cuando un periodista recibe un correo bajo el asunto 'Nota de prensa' lo más probable es que no lea el contenido y mande el correo directamente a la carpeta de spam. Para evitarlo, busca un título atractivo y personalizado.
    "El asunto debe adaptarse al grupo de interés. Un mismo mensaje puede ser relevante para los consumidores, los inversores, los trabajadores... hay que analizar cómo afecta lo que transmitimos a cada grupo e intentar atraerlos en la nota de prensa", explica Carlos Sánchez Olea, vicepresidente de la Asociación Española de Directivos de Comunicación (Dircom) y presidente de Atenea Comunicación.
    El asunto es fundamental en las notas de prensa. Según el profesor Arturo Gómez Quijano este debe ser "breve, conciso y atractivo". Por otra parte, debe contener "una novedad, una teoría que además se pueda tuitear".
  3. Adapta el formato al tipo de medio al que quieres llegar.
    Utilizar una misma nota de prensa para todos es un error grave. Si quieres influir en los medios de comunicación debes adaptar tus mensajes no solo en cuanto al contenido sino también en la forma.
    Nunca envíes un texto igual a todos los medios y mucho menos si te interesa llegar tanto a periódicos en papel, como diarios digitales, radios y cadenas de televisión.
    "Es imprescindible enviar notas diferentes a los medios audiovisuales", explica Gómez Quijano, quien pone como ejemplo el caso de la organización terrorista ETA. "Ellos siempre mandan vídeos para que aparezcan en la televisión", añade.
    Aunque requiera más trabajo, es clave que incluyas un audio si te diriges a radios o un 'link' si quieres influir en los diarios digitales. Así podrán enlazar a los documentos que les parezcan relevantes para que sus lectores accedan a la información.
  4. Si no hay noticia, no envíes una nota de prensa.
    El abuso que se ha hecho de las notas de prensa ha reducido su efectividad. Todos los expertos consultados coinciden en la necesidad de reducir su uso a los momentos en los que estés en condiciones de dar una noticia. Si no hay algo nuevo que puedas aportar, no molestes.
    "A un periodista no le gusta que le manden cosas intrascendentes", afirma Carlos Sánchez Olea, viceperesidente de Dircom y presidente de Atenea Comunicación. "Si les mandas exclusivas te lo agradecerán, pero si les envías notas sin información, no te harán caso", indica.
    En su blog, el profesor Enrique Dans refleja sin tapujos el pensamiento de los periodistas o editores que reciben notas que no incluyen noticias importantes: "Que un directivo haya sido promocionado o que os hayan dado el premio del certamen de nosequé, aunque en vuestra empresa os parezca la novena maravilla del mundo, no suele interesarnos".
  5. Debe tener un saludo personalizado y un titular atractivo.
    Si no conoces a la persona a la que te diriges o no sabes quien va a leer tu texto comienza la nota de prensa con un saludo neutro pero educado. Evita expresiones del tipo: "Buenos días amigo/a" o "Querido redactor/director del medio informativo". Introducciones como esta pueden arruinar tu trabajo.
    En el caso de que conozcas el nombre de la persona que va a recibir la nota, saluda sin tapujos de forma sencilla y directa. Por ejemplo: "Buenos días señor Pérez". De esta manera puedes llamar la atención del receptor.
    Por su parte, el titular debe incluir información relevante. "El contenido del titular es el 50% del valor de la nota de prensa", explica el profesor Arturo Gómez Quijano. Si trabajas en una organización de consumidores, por ejemplo, incluye un titular preciso e informativo del tipo: "Los hogares gastarán 600€ más al año por la subida del IVA".
    Gómez Quijano destaca la importancia de otros aspectos como el lugar y la fecha, el membrete, el logo y el sello de la empresa que envía la nota de prensa. "Si no tiene todo esto, no pasará el filtro", avisa.
  6. El contenido debe ser breve y directo.
    "El contenido de una nota de prensa debe adelantar un hecho que va a ocurrir y que es relevante para el medio al que se la envías y a su audiencia", destaca el profesor Gómez Quijano. Una vez cumplida esa premisa, revisa que tu texto sea breve, conciso, directo y que el lenguaje sea el propio de los medios de comunicación.
    "La claridad es imprescindible en una nota de prensa", indica el vicepresidente de Dircom, Carlos Sánchez Olea. Puedes ser claro, conciso y directo en tres párrafos. "Como mucho una página de Word", añade Gómez Quijano quien recuerda que, al igual que en los artículos periodísticos, "el primer párrafo de la nota de prensa debe incluir toda la información que se quiere transmitir".
  7. Incluye un teléfono de contacto y ponte a disposición del periodista.
    Por otra parte, al final del texto es recomendable incluir un resumen de la empresa que responsa a las preguntas ¿quiénes somos? y ¿a qué nos dedicamos? Es imprescindible que aparezca el nombre de una persona con la que contactar que esté disponible en cualquier momento. Mejor incluir un teléfono móvil y no un fijo y estar dispuesto a atender todas las llamadas de la prensa con amabilidad y diligencia.
    "Si un periodista te necesita o le interesa tu información, te llamará. Si no te localiza puede llamar a tu competencia", indica el profesor Gómez Quijano. Para evitar que esto ocurra, incluye expresamente una invitación a hablar más.
  8. Envía el mensaje a la persona correcta.
    Para que los medios de comunicación tengan en cuenta una nota de prensa es imprescindible que esta llegue a la persona correcta. Si mandas un texto que habla sobre Salud al redactor jefe del área de Deportes, es probable que ni le haga caso ni la reenvíe a la persona encargada.
    Si además envías notas de prensa de forma indiscriminada a las personas que no tienen nada que ver con el asunto que abordas en tu texto, tus correos electrónicos pueden acabar en la carpeta de 'spam' automáticamente. De esta forma, si un día envías una nota de prensa que sí afecte a la persona que ha recibido las anteriores, quizá no le llegue. Por tanto, ten cuidado y asegúrate de quienes son los receptores.
  9. Aprovecha el factor 'oportunidad'.
    Busca el momento más adecuado para enviar la nota de prensa. La hora es importante. Es necesario adaptarse a los horarios de los periodistas. "Conocer los horarios de los medios y saber cuándo hay una opciones de entrar y cuando no es fundamental", explica el profesor de la Universidad Complutense, Arturo Gómez Quijano.
    En la misma línea, Carlos Sánchez Olea, vicepresidente de Dircom, destaca la importancia del "factor oportunidad". "Enviar una nota en un momento en el que la atención está en un asunto de actualidad como los efectos de un terremoto, por ejemplo, sería un error", destaca.
    Salvo excepciones, el mejor momento para enviar una nota de prensa es hacerlo entre semana en horario de mañana. Dependiendo del sector y del tipo de medio será más conveniente hacerlo a primera o a última hora. En todo caso, si quieres comunicar un asunto de urgencia (ejemplo: un accidente de tren con heridos o fallecidos) debes hacerlo lo antes posible y poner la hora en un lugar donde se pueda ver claro. Después podrías necesitar enviar otras notas para actualizar la información.
  10. Usa las relaciones personales y las nuevas tecnologías.
    No olvides mantener una relación lo más directa posible con los periodistas. Trata de conocerlos y de que te conozcan. De esta forma influirás más en ellos y tus notas tal vez sean atendidas.
    Usa las nuevas tecnologías a tu disposición. Envía un mensaje por WhatsApp, un SMS o haz una llamada de teléfono de vez en cuando. Eso sí, no caigas en dirigirte a él solo para preguntar si ha recibido el correo que le has enviado porque se pondrá nervioso. Sé inteligente y utiliza tus habilidades personales para conseguir tu objetivo.

lunes, 15 de abril de 2013

Informar sobre crisis

Por su interés, reproduczco la columna de Luis Oz ("El Oyente) titulada "Informar sobre crisis", publicada en El Mundo, el domingo 14 de abril de 2013, sobre el IV Encuentro Gabinetes vs. Periodistas, organizado por los alumnos del curso de experto de Gabinetes de Comunicación, de la Universidad Complutense de Madrid.
¿Se sabe por qué murieron las cinco jóvenes en el Madrid Arena? «Por supuesto, el lugar no estaba preparado para estas fiestas», responde Bruno García (El País). «Aún no se sabe», afirma Javier Castellanos, experto en comunicación institucional.
¿Qué ha cambiado en la gestión de crisis y en la forma de contarlas en los medios? ¿Qué aportan o quitan las redes? ¿Se informa mejor o peor? ¿Cómo es la relación entre periodistas y militares españoles en las guerras de ayer (Golfo, Balcanes…) y de hoy (Mali, Siria…)? A estas y otras preguntas respondieron profesores, periodistas, portavoces y expertos en el encuentro Gabinetes & Periodistas 2013 organizado el jueves en la Facultad de CCII de la Complutense por el equipo de Arturo Gómez Quijano, Agustín Martínez de las Heras e Isabel Martín.
«Las empresas, con la crisis, han recortado también los presupuestos en comunicación y, a diferencia de los EEUU, en España hay poca gente que sepa gestionar crisis on line», declaró el profesor Enrique Alcat. «Predomina una cultura que coloca a los sociólogos entre el que manda y los responsables de la comunicación en muchas empresas», añadió la profesora Yolanda Martínez.
¿Fue un acierto de Zarzuela la explicación del Rey tras el patinazo de los elefantes? «Magnífico» (Bruno Gacía). «Un desastre, pasó a la historia como la primera vez que el Rey pide perdón, cosa que no hizo» (Carmelo Machín, ex corresponsal de TVE).
«En Bosnia, cuando llegamos los soldados españoles, no había ningún problema con los periodistas», dijo el teniente coronel Manuel Rodríguez, del Ejército de Tierra. «El desastre llegó con Irak. El mensaje del gobierno no caló, la población no apoyó la intervención y comenzó el desencuentro». En el último año han mejorado las cosas. Defensa ha vuelto a acoger a empotrados en Afganistán y la margarita -guerra o no guerra- se ha deshojado. «Se viaja casi exclusivamente a donde quieren los gabinetes», señaló Joaquín Vidal, de Interviú.
«Lo más complicado es proteger a las víctimas de los medios», reconoció Juan Luis Dorado, de la AVT. «Se puede hacer mucho daño sin buscarlo». «Pero la solución no es ocultarlo por principio», advirtió Machín. «En el genocidio de Ruanda no se reaccionó hasta que llegaron a Occidente las imágenes terribles de las víctimas asesinadas con machetes».

Fuente: http://quiosco.elmundo.orbyt.es/ModoTexto/salacolumnas.aspx?id=14319959&sec=El%20Mundo&fecha=14_04_2013&pla=pla_11014_Madrid&tipo=5&d=1 (consulta, 15 abril 2013).